martes, 2 de septiembre de 2014

La cabra siempre tira al monte...


Busco en Google y, en varias páginas, encuentro lo siguiente: 
Refrán castellano cuyo significado es que es difícil vencer la querencia, que al final siempre se vuelve al sitio donde uno ha nacido o a lo que ha aprendido de pequeño. 

La mayoría de las veces utilizamos esta frase con un sentido despectivo después de que se haya producido un suceso negativo: "Fíjate tú, mira que tenía opciones pero... es que... al final: la cabra siempre tira al monte". Otras veces se utiliza con la intención de aliviar la pena de alguien por alguna decepción: "No pasa nada, tranquilo, es algo normal y debes entenderlo: la cabra siempre tira al monte... Pobrecillo, no sabía lo que hacía...".

En todos los casos se esconde un mensaje dañino, una postura cómoda y distante para eludir responsabilidades... 
El dicho está incompleto. Hemos borrado una parte importante de la que todos somos responsables:

La cabra siempre tira al monte,
SI NO ENCUENTRA OTRO CAMINO ADONDE IR.

Si la cabra tira al monte es, en última instancia, porque es DIFÍCIL vencer la querencia, una tendencia natural hacia algo. Es necesario un esfuerzo por parte de la persona para luchar contra tendencias naturales que nos son perjudiciales o perjudican a otras personas. De esto no se salva nadie: egoísmo, ira, envidia, celos... Quién no tira al monte cuando siente una necesidad que despierta estas emociones. Es necesario un esfuerzo grande y admitir que, cada uno de nosotros (por muy "socialmente aceptable" que nos podamos considerar) tiramos al monte de vez en cuando. Una servidora suele hacerlo de dos a tres veces diarias...

Siempre es recomendable detenerse, respirar aire puro, encontrar una zona de confort. Quizá esto justifica esa necesidad nuestra de volver a un lugar apartado en el que nos sentimos seguros. Sin embargo, en nuestras manos está el que esa constante innata no nos dañe o se vuelva destructiva para otras personas. Si el camino nos lleva a nuestro monte: sigámoslo, pero sin olvidar que es una forma de respirar y observar desde un punto seguro. Después de esto, debemos buscar nuevos caminos que se ajusten a contribuir a nuestro bienestar y al de los demás, al bienestar de nuestra situación actual, de todo lo que conforma nuestro AQUÍ Y AHORA.

En demasiadas ocasiones nuestras vivencias y traumas infantiles condicionan nuestro bienestar actual. Hacen que nos cerremos a nuevas experiencias o que vivamos asustados ante lo que nos depara el presente. Se trata de permitirnos que se produzca El PRESENTE. Este momento es el que se nos escapa mientras revivimos emociones bloqueadas del pasado o anticipamos las que están por llegar. Día tras día, tiramos al monte sin dejar que se nos presenten nuevos caminos que nos llevan a lugares nuevos.

Está en nuestras manos... Dejemos que suceda pero permitiéndonos, cuando sea necesario, volver al monte para sentirnos seguros... Está en nuestra naturaleza.








 

No hay comentarios:

Publicar un comentario